domingo, 12 de octubre de 2008
Propaganda Política
La Propaganda es actualmente un fenómeno de gran importancia para el crecimiento de un Movimiento. Importancia que radica en que la Propaganda tendrá que laborar incesantemente en ganar adeptos para el Proyecto, mientras que la función de la Organización es captar de entre los adeptos aquellas personas que por su valía sean adecuados para ser Miembros.
Los Adeptos conocen la Idea, la apoyan, la divulgan, ganan adeptos.
Los Miembros son los que luchan por la Idea.
La Propaganda orienta la opinión pública en el sentido de una determinada Idea y la prepara para la hora del triunfo mientras que la Organización lucha por ese triunfo mediante la cohesión activa, constante y sistemática de todos aquellos correligionarios que demuestran aptitud y disposición para impulsar la lucha hasta ese final victorioso.
Pero es necesario formar Cuadros en el área de Propaganda, no sólo para extender la idea sino para formar otros Cuadros que a su vez hagan una cadena.
La cara de la ciudad es un centro de producción y consumo marcado por la publicidad. La concentración de muchas compañías luchando por dirigir la competencia, muchas veces ganada no por el mejor producto sino por la mejor publicidad. Afiches en las columnas, periódicos, carteleras martillean incesantemente a la "víctima", que en este caso es el consumidor y, finalmente, este se doblega a la campaña publicitaria y compra el producto.
Esta campaña intensa apunta a obtener ganancias monetarias y apela solamente al bolsillo. Pero la más efectiva publicidad no es necesariamente para el mejor producto.
La Propaganda Política es un poco diferente. Se usan casi los mismos métodos para obtener sus metas, pero su concepción es enteramente distinta. La propaganda no es de ninguna manera publicidad pura aplicada a la política o a la arena espiritual.
La propaganda o publicidad política consiste en el lanzamiento de una serie de mensajes que busca influir en el sistema de valores del ciudadano y en su conducta. Se articula a partir de un discurso persuasivo que busca la adhesión del otro a sus intereses. Su planteamiento consiste en utilizar una información presentada y difundida masivamente con la intención de apoyar una determinada opinión ideológica o política. Aunque el mensaje contenga información verdadera, es posible que sea incompleta, no contrastada y partidista, de forma que no presente un cuadro equilibrado de la opinión en cuestión, que es contemplada siempre en forma asimétrica, subjetiva y emocional. Su uso primario proviene del contexto político, refiriéndose generalmente a los esfuerzos patrocinados por gobiernos o partidos para convencer a las masas; secundariamente se alude a ella como publicidad de empresas privadas.
La publicidad cumple funciones de información y conocimiento. Tanto los consumidores como los empresarios necesitan dar a conocer y conocer lo que está disponible. Es el consumidor el que prueba el producto y le da la preferencia o no, independiente de la publicidad, en último caso. Por eso no existe la tal manipulación del público por la publicidad en el ámbito económico, si es un mal producto.
La propaganda política es realmente dañina, porque sí se puede manipular y transformar una orientación política por medio de difusión masiva e insistente de falacias, desvío o invento de informaciones de prensa.
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